Con el frío y los cambios de tiempo, aparecen las enfermedades respiratorias. La llegada del invierno contribuye a la proliferación de estas enfermedades, ya que el frío provoca una disminución de la capacidad defensiva de las mucosas de las vías aéreas superiores. Y, debido a que llegan en la misma época del año y tienen algunos síntomas en común, a menudo la gripe y el resfriado o catarro común se confunden. Sin embargo, ambas afecciones son distintas en intensidad y riesgo de complicaciones, por lo que es importante saber diferenciarlas.
A continuación, te explicamos las características de estas dos enfermedades respiratorias y cómo prevenirlas.
DIFERENCIAS Y SIMILITUDES ENTRE GRIPE Y RESFRIADO
Ambos están causados por virus, pero son de tipo distinto. El origen de la gripe es el “Influenza”, principalmente del tipo H1N1, aunque tiene la particularidad de modificarse cada cierto tiempo, lo que ocasiona que sus síntomas sean diferentes y más o menos notables según la modificación que presenten. Los que provocan el resfriado suelen ser el rinovirus y el coronavirus. Además, es más habitual y puede padecerse varias veces al año.
La diferencia más visible entre ambas enfermedades es la intensidad de los síntomas. Al contrario que el resfriado, la gripe es mucho más intensa y debilitante y puede provocar fiebre alta durante tres días o más. Otra diferencia es que la gripe aparece súbitamente y sus síntomas pueden durar una o dos semanas. Por el contrario, el resfriado llega de forma gradual y tiene una duración más corta.
Los síntomas comunes son la congestión nasal, los estornudos, la mucosidad, la tos, el dolor de garganta y de cabeza y la pérdida de apetito. El resfriado apenas provoca fiebre, o si lo hace es muy baja, y genera malestar general y cansancio. En la gripe la fiebre es moderada o alta y las molestias van un poco más allá, provocando dolores musculares moderados o intensos, escalofríos y fatiga.