- No grites ni fuerces la voz en ambientes ruidosos pero tampoco susurres: requiere un esfuerzo vocal mayor del que parece.
- Hidrátate. Bebe abundante agua al día (especialmente, tras tomas cualquier bebida con cafeína para evitar la deshidratación de la mucosa) y procura que haya un buen nivel de humedad en tu entorno con humidificadores para evitar los entornos secos por calefacción/aire acondicionado.
- Descansa adecuadamente: intenta dormir 7 horas diarias. La voz es muy sensible a la falta de sueño.
- Evita tóxicos: no solo tabaco y alcohol, sino especialmente ciertos fármacos. Los antihistamínicos y algunos otros fármacos resecan toda la mucosa laríngea, no abuses de ellos.
- No te aclares la garganta ni carraspees a menudo. En vez de ello, bebe y traga agua profundamente en varios sorbos, haz gárgaras con agua o produce una tos suave. Si tienes sensación de cuerpo extraño en la garganta, digestiones lentas o mal gusto en la boca, podría tratarse de reflujo gastrofaringeo: acude a un otorrinolaringólogo.
- No tomes caramelos de menta, mentol o eucaliptus porque resecan la mucosa orofaringea.
- Cero estrés. La tensión psicológica aumenta el grado de contracción de las cuerdas y predispone a las lesiones, por lo que es muy importante mantener la calma para no levantar la voz.
- Mantén una buena higiene bucal y vocal. Tan importante es seguir las recomendaciones anteriores como cepillarse diariamente los dientes de forma correcta.
Si dependes de tu voz para trabajar
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Si utilizas la voz profesionalmente, debes cuidarla como un profesional:
- Has de saber que la laringe es un órgano sexual secundario, todo cambio o alteración hormonal(menstruación, uso de anticonceptivos, embarazo, menopausia) pueden influir en tu rendimiento vocal.
- Busca momentos de descanso vocal (al menos 5 minutos) durante el uso de la voz.
- Al igual que todos los demás músculos de la economía corporal, las cuerdas vocales son músculos que hay que entrenar y calentar para usarlas y estirar/relajar al final de su uso profesional.
- Consulta con un especialista si tu voz cambia o se cansa excesivamente.
La salud vocal empieza en la infancia
Como padre o maestro, debes predicar con el ejemplo y proporcionar un modelo adecuado en el uso de la voz a los niños:
- Habla despacio.
- Vocaliza de forma clara.
- No grites ni hables a larga distancia para pedir cosas o llamar su atención.
- Respeta el turno de palabra cuando hables con ellos.
- Haz que los niños se sientan escuchados, así no tendrán que gritar para llamar tu atención.
- Evita tener el televisor a volumen alto y quita el sonido de las consolas y ordenadores cuando jueguen niños.