Reducir el consumo de sal y azúcar

Consumir la mínima cantidad de sal posible, ya que el abuso provoca el aumento de la presión arterial. Esta condición puede provocar infartos.

El consumo exagerado de azúcar también es peligroso, provocando obesidad.

Nada de grasas de origen animal

Las grasas son necesarias para el organismo, pero en su justa medida y eligiendo las que son saludables, como por ejemplo las de origen vegetal.

La leche y sus derivados —sin descremar—, las grasas saturadas que contienen los embutidos, las salsas y todas las frituras, son en general las que más enfermedades del corazón pueden provocar.

Consumir pescado azul

Es muy importante comer pescado azul por lo menos dos o mas veces durante la semana, además del aguacate y frutos secos.

Los alimentos al vapor

Son mucho más saludables y nutritivos que aquellos que se preparan mediante frituras o guisados.

Comer verduras y frutas

Lo más recomendado es la manzana, los tomates y el plátano, aunque en general todas las frutas nos aportan estos nutrientes en mayor o menor cantidad.

Más consumo de productos integrales

Se pueden comer varias porciones diariamente sin ningún problema, ya que ayudan a mantener el peso ideal y al buen funcionamiento del organismo en general.

Nada de tabaco, estrés y alcohol

Consumir una copa de vino al día es saludable para el corazón.

Los componentes del tabaco como la nicotina y el monóxido de carbono pueden aumentar peligrosamente la frecuencia cardíaca.

El estrés puede llevar a muchas personas a fumar, comer exageradamente, abusar del alcohol, entre muchas cosas más.

Carne sin grasa

Debemos  elegir sólo las carnes magras, que son aquellas que no tienen nada de grasa.

Hacer ejercicio

Realizar por lo menos media o una hora de ejercicio diario es realmente importante para mantener la buena salud del corazón y de todo el sistema circulatorio.

Mantener un adecuado control médico

Es importante visitar al especialista por lo menos una vez al año.

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