1. Resfriado

    No sólo nos resfriamos en otoño e invierno, pero es cierto que con el descenso de las temperaturas y una mayor propensión a tener las defensas bajas, suelen darse más casos en esta época del año. La congestión nasal, carraspera, estornudos, goteo y ojos lloros son algunos de los síntomas que delatan su presencia. Para aliviarlo podemos optar por algunos remedios naturales, como tomar cítricos o hacernos lavados nasales con agua de mar, o tomar paracetamol.

  2. Gripe

    El virus influenza es el causante de esta enfermedad que conlleva múltiples síntomas, por lo que la sensación predominante es de malestar generalizado. El más identificable y representativo es la fiebre (más de 38ºc), aunque también el dolor muscular o la sensación de fatiga suelen ser compañeros inseparables de esta indisposición. Para prevenir su aparición podemos optar por la vacuna de la gripe y evitar exponernos fácilmente a situaciones de contagio, mientras que para reducir los síntomas lo mejor es optar por un con varios principios activos para frenar cuanto antes todas las consecuencias.

  3. Faringitis

    La faringe, situada en la parte posterior de la garganta (entre las amígdalas y la laringe), se puede inflamar debido a la presencia de un virus o de una bacteria. En invierno, sobre todo, la mayoría de veces que se produce tiene un origen viral, siendo los virus del resfriado y/o gripe también causantes de esta enfermedad. Sin embargo, bacterias como el estreptococo también pueden provocar esta afección, que en este caso suele estar acompañada de fiebre. Otros síntomas, como la erupción cutánea o los ganglios linfáticos inflamados, también son frecuentes al atravesar una faringitis.

  4. Bronquitis

    Si nos cuesta respirar y notamos una tos permanente, frecuentemente acompañada de dolor de pecho, podemos estar atravesando esta enfermedad. Lo que muchos no saben es que es tan contagiosa como la gripe, así que si la padeces y no quieres provocar que los conductos que unen la tráquea con los pulmones se les inflamen a los más allegados, debes de tomar medidas para intentar no contagiarlos.

  5. Otitis

    Cuando pasamos alguna de las anteriores enfermedades, como el resfriado o la faringits, podemos ser más propensos a contraer otras afecciones, como la otitis. En este caso el oído se inflama, por lo que los conductos son más propensos a obstruirse e infectarse con bacterias y virus, provocando dolores muy punzantes y molestos. Puedes reducir los síntomas, puedes optar por administrar gotas para el oído y/o tomar antibióticos, pero nunca antivirales, ya que son las bacterias las causantes de esta enfermedad.

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